viernes, 29 de enero de 2010

Laguna Grande III

Laguna Grande, un sitio de privilegio panorámico y ecológico; habitan allí 18 mil flamencos rosados o “parinas”. Se trata de un sitio de anidación del flamenco austral o parina chica, e integra el sistema de humedales declarado “Sitio Ramsar”, calificado internacionalmente como un ecosistema de importancia para la conservación de las especies.
Todo lo que abarca la vista parece mantenerse fuera del tiempo, solo belleza, tranquilidad y aventura. Los primeros viajeros ya paraban desde este lado de la laguna. Los arrieros lo han hecho por siempre, y han dejado sus señales.
Mientras sus arreos descansaban y bebían, los pastores, comerciantes o simplementes viajeros, aprovechaban para confeccionar armas. Todo el piso esta regado de restos de piezas que delatan la existencia de talleres de paso. Basalto no falta en los alrededores; las rocas volcánicas con que se confeccionaban los proyectiles, cubren el piso desde que fueran expelidos por la super caldera del volcán Galán. Nódulos, lascas, restos, proyectiles fallados e incluso puntas de flecha terminadas, cubren el piso. Avistamos Quiula puneña o Perdices puneñas (Tinamotis pentlandii), vimos patos de la familia Lophonetta sp. y Anas sp., como así también las Garza bruja (Nycticora nycticorax), Guayata(Chloepaga melanoptera), Polyborus sp., Avoceta andina (Recurvirostra andina), y por supuesto, el ave más típica y frecuente de esta zona, que es la Caminera común (Geositta cunicularia).
El maestro Carrizo, de la escuela de El Peñon, nos brindo los datos y el material necesario para tener una pálida idea de lo que la naturaleza nos había regalado ese día.
El guía nos regalo una trapada hacia una curiosa formación, cuando nosotros ya comenzabamos a olvidar lo que era respirar normalmente.

martes, 12 de enero de 2010

Laguna Grande II

Los rostros de Miguel Àngel y de Noelia, marcan que están sobrepasados en sus expectativas. El guía había sido muy modesto a la hora de anticiparnos el paisaje. Estábamos del lado opuesto de la Laguna Grande, considerando nuestra anterior parada.










El telón de fondo era el nevado del laguna Blanca, al Sur Este, el paisaje principal era el espejo de agua que viraba del dorado al rosado.


















Poco para contar, mucho para ver.

sábado, 2 de enero de 2010

Refugio milenario

Apareció de repente, parecía una hendidura programada, finamente trabajada. Por su interior, apenas fluía un cursillo de agua, y en sus márgenes, podía seguirse claramente el camino que milenariamente trazan/trazaban los seres vivos que allí viven/ vivían o que simplemente, pasaban por aquí. Los arrieros, comerciantes o sencillos viajeros que iban buscando el camino a Chile, o hacia el norte de la puna cruzando la olla del Galán hacia el Salar del Hombre Muerto, o quizás marchaban hacia los generosos Valles Calchaquies, paraban en este refugio.
Nuestro ocasional acompañante muestra el fogón, la roca plana que está por detrás suyo y que servía- sirve de cama, y lo bajo del techo de este tajo en la roca que por sus dimensiones no alcanza a ser una caverna, apenas una hendidura.
Lo bajo del refugio es adecuado para mantener más el calor que las fogatas producían. El ollín que se formó con los siglos, más de 60 cms., habla de un rico yacimiento aún no estudiado. Recomendamos al guía que controle al espíritu curioso de los viajeros para que no alteren el sitio, ya que de su estudio podrán establecerse patrones de alimentación, antiguedad y permanencia de su uso. El sitio presenta calcinados huesos de animales, flechas, percutores, lascas y nódulos descartados, manos -rocas que sirvieron para aplanar la sal, etc. Todo a la vista, sólo hace falta un poco de observación. Lamentamos que la riqueza arquelógica de Catamarca, igual que en otras provincias, se encuentren en zonas que no han sido declaradas de interés, que no son saqueadas porque el sitio, los sitios, imponen un respeto no acordado por normas pero que indica que hasta aquí se ha impuesto mayoritamente el respeto. Pero qué hay de quienes viven de la depredación; qué pasará cuando el ingreso a la región sea masivo gracías a los nuevos vehículos que permiten que se llegue más o menos seguros y cómodos a lugares donde antes sólo se accedía con guías, conocimientos y propósitos.
El guía no podía dejar de ser fotografiado en el lugar, ya que nos contó que cuando era chico, como arriero que era, había pernoctado allí innumerables veces, antes o luego de atravesar el crater del Galán.
Con la promesa de mostrarnos una visión diferente de la Laguna Grande, hacia allí pusimos rumbo, con la sensación de que los dioses nos observaban desde lo alto del Laguna Blanca, imponente, nevado, severo.